Thank You for Smoking

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Gracias por Fumar es una película que no trata sobre cigarros, ni sobre derechos de fumadores y no fumadores, ni sobre los problemas de salud que causa el tabaco, ni sobre las compañías tabacaleras. Esta película trata sobre comunicación y relaciones humanas. Específicamente sobre Relaciones Públicas.

Nick Naylor es el vocero (lobbyist) de la industria tabacalera, quien se reune habitualmente con los voceros de las industrias del alcohol y armas de fuego. Junto se autodenominan el M.O.D Squat (Merchants of Death). En estas reuniones intercambian anécdotas y comparan cifras de la gente que mata cada una de sus respectivas industrias. Posteriormente se unen a este exclusivo club los voceros de la comida rápida, petróleo y desechos tóxicos.

Es un poco raro que en una película el héroe esa el vocero de la industria del tabaco y los villanos sean activistas anti-tabaco, empezando por el senador Finistirre del estado de Vermont. El punto de vista que se maneja es que Nick es el héroe porque defiende el derecho a decidir de las personas y a tomar responsabilidad de sus propios actos; y los anti-tabaco son los villanos no por sus ideas, pues defienden una causa justa, sino por sus métodos, que van desde el espionaje y la difamación hasta el secuestro.

Por otra parte, la película no promueve ni defiende el tabaco o la acción de fumar. El mensaje es más bien que nadie tiene la verdad, sino que cada quién tiene su punto de vista. Quien tiene la razón no es quien tiene el mejor punto de vista, sino quien puede argumentar mejor.